Mis sentimientos hacia ti~


mis sentimientos hacia ti
Titulo: Mis Sentimientos hacia Ti
Autora: Carol-chan

Género: Yaoi, AU, lemmon +18
Parejas: Takaki Yuya- Chinen Yuri (TakaChii)
Resumen: Takaki Yuya ya no ve a su mejor amigo Chinen Yuri como amigo, pero Chinen ¿cómo lo mira a él?
One-shoot
-diálogo- 'pensamientos'
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Tenía que fijar la vista hacia otro lado o simplemente irse, pero no podía. Lo que veían sus ojos era sumamente placentero. Su amigo se encontraba semidesnudo dándose placer. Podía oír como quedos gemidos salían de su boca. Veía como la mano de su amigo subía y baja, a veces rápido, otras despacio por su miembro y como la otra había comenzado a juguetear con uno de sus pezones. Los gemidos iban en aumento y para callarlos comenzó a lamer sus dedos, uno por uno. Luego, abrió sus piernas y las encogió. Llevó su mano a su entrada e introdujo su dedo índice. Un gran grito salió de su boca y sus mejías comenzaron a adquirir un tinte rosado fuerte. Comenzó a mover su dedo de forma circular y los siguientes gemidos que escuchó ya no eran de dolor, luego introdujo un segundo dedo e hizo el mismo procedimiento ahora gritando su nombre: Yuya, Yuya, Yuya… ¡oh! Yuya… Con una respiración hondamente entrecortada se corrió dejando toda su semilla regada por su mano.
-Ojalá… estuvieras a… aquí…- pronunció jadeando.
El fuerte sonido de su reloj despertador llegó a sus oídos. Takaki abrió sus ojos de golpe y luego los cerró. Llevó sus manos a sus sienes y las frotó. Tocaron a su puerta y pudo escuchar como su hermano menor le decía que se apurara que mamá pronto tendría el desayuno listo. Apagó la alarma, tomó su toalla y se dirigió al baño.
Nuevamente había tenido ese sueño. Lo que no entendía era por qué. Pero ya se le estaba haciendo costumbre el tenerlo. Otra acción que se volvió costumbre era encontrar su miembro despierto, por lo que el tranquilizarlo también se había convertido en parte de su rutina diaria.
Al estar listo, se dirigió al comedor y al entrar encontró al causante de sus recientes sueños sentado en una silla comiendo.
-mmm Esto está delicioso señora Takaki- halagaba a la madre de Takaki.
Takaki tomó su lugar en la mesa, saludó y comenzó a desayunar también. Tratando de verlo lo menos posible. Al terminar, se levantaron, tomaron sus mochilas y se despidieron. Tenían el tiempo justo para llegar a sus escuelas.
-ne, hoy podrás también ayudarme con mis lecciones- le preguntaba su amigo.
-En tu casa o en la mía- fue todo lo que dijo.
-Te parece en la mía, papá no estará-
-Mejor en la mía- Takaki pensaba que no era conveniente estar a solas.
-No, en la mía. Estará callado y podré concentrarme mejor. Por favor- Chinen comenzó a hacerle una mirada de cachorro, imposible poder resistirse.
-Está bien- finalmente accedió.
Habían llegado a la puerta de la escuela de menor, con un movimiento de mano se despidió de él.
-Hasta la salida- le dijo.
Takaki retomó sus pasos a su escuela. Suspiró profundamente. ¿Cuánto más seguiría con esta situación? Después de que lo dejaba se preguntaba cuándo había comenzado y recordó cómo fue que lo conoció.
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Su tercer año de escuela media había comenzado aburrido, lecciones tediosas, tareas tontas, compañeros insoportables igual que los años anteriores. Ya quería que fuera fin de año para poder irse.
La campana de receso había sonado, tomó su bento y salió al patio. Le iba a dar la primera mordida a su pan, cuando unos ruidos lo distrajeron.
-No devuélvemelo, es mío-
-¿Que en tu casa no te han enseñado que hay que compartir?-
-Que ustedes no traigan refacción no es culpa mía, devuélvemelo- el muchacho de baja estatura trata de obtener su almuerzo de regreso a sus manos.
-mmm… qué rico está esto, ¿no lo creen?-
Takaki contemplaba la escena, cierto coraje empezó a invadir su interior. Ya no podía seguir observando la escena así que se acercó y le arrojó un puñetazo al líder bravucón.
-¿Qué te pasa Takaki? ¿Por qué te entrometes en lo que no debes?-
Le estaba preguntando, pero no sabía qué responderle, sin pensarlo lo había golpeado. Hace mucho que no tenía un arranque impulsivo como ese.
-Y a ti qué te pasa, qué no te advirtieron que si este año te metías en problemas serías expulsado-
El bravucón hizo una mala expresión, se levantó despacio con intenciones de no irse, tiró por el suelo la comida del bento y paso por encima de ella, al igual que sus acompañantes.
El pequeño cayó desplomado en sus rodillas, sus ojos también se habían cristalizado.
-Ya no te molestarán-   
-Tú no entiendes, mi madre está muy enferma e hizo un esfuerzo enorme para levantarse hoy temprano y prepararme mi bento y esos estúpidos bravucones…-el chico no pudo seguir hablando. Yuya contemplaba como cerraba sus puños fuertemente y su rostro se endurecía. La escena hubiera durado más, pero el estómago del pequeño hizo unos cuantos ruidos.
-Ven, vamos. Mi refacción es lo suficientemente grande para los dos- Takaki comenzó a caminar, pero al percatarse que el pequeño no lo seguía dijo-Qué esperas, sígueme-
El pequeño obedeció.
-Chinen Yuri del salón C de primer año-
-Takaki Yuya del salón B de tercer año-
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De eso hace tres años atrás. El pequeño se le había pegado como chicle y más cuando supo que sus casas quedaban a unas cuantas cuadras de distancia. Había visto como crecía y cómo su cuerpo iba transformándose, como sus facciones poco a poco cambian a unas más varoniles, como su voz chillona tomaba un tono grave, como las circunstancias lo hicieron madurar y se convertía en el centro de atención de chicas y chicos, claro que meterse al equipo de natación también había servido.
-Si sigues caminando así de despacio, llegarás mañana Takaki- le gritó uno de sus compañeros. Takaki vio su reloj, tenía razón ya iba tarde.
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La mañana transcurría normalmente, un par de horas más y finalizaría.
Por la ventana del pasillo pudo ver a la clase de Chinen en el jardín, realizando el proyecto de botánica del cual le había comentado y por el cual estaba muy entusiasmado.
Se quedó admirándolo. Vio como una chica se le acercó súper asustada y lo jaloneaba del brazo arrastrándolo hacia el otro extremo del jardín y le señalaba algo.
Chinen se soltó con delicadeza, fue por unas herramientas de jardín y se deshizo del problema, al parecer eran unos bichos. Después de que Chinen los retiró la chica volvió a acercársele y lo abrazó.
A Takaki eso no le gustó. Chinen se estaba dejando “manosear”, su Chinen. Un momento, desde cuando lo pensaba de su posesión, eso no estaba bien. Pero sus recientes sueños lo hacían sentir que sí lo era.      
‘Yo… estoy enamorándome de ti’ Takaki respiró hondo
-El profesor pronto cerrará el laboratorio Takaki si no nos apresuramos nos dejará afuera y recuerda que no nos deja repetirlos-
-Entonces ciérrate la bata, que por eso tampoco deja entrar- Takaki devolvió el favor con otra observación
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Takaki volvió a consultar su reloj. Ya habían pasado 15 minutos desde el toque del timbre que anuncia la salida y Chinen no aparecía por las rejas de la escuela donde se encontraba él esperándolo.
Después de esperarlo por otros 10 minutos más lo vio desde la entrada del edificio caminando con parsimonia acompañado de la misma chica del jardín.
‘Esa chica no pierde oportunidad, está alargando el trayecto lo más posible’ Takaki hizo una mueca de disgusto.
La chica se despidió besándolo en la mejilla para después salir corriendo.
Con un efusivo hola lo saludó Chinen, pero Takaki sólo descargó las emociones negativas de los últimos minutos en él.
-Tengo hambre, llevo más de media hora esperándote. La próxima vez avisa, así me voy sólo y tú puedes ir acompañado de tu amiguita-
-No hables así, Midori-chan no vive en la misma dirección que nosotros-
-hn-
No volvieron a hablar en el camino. 
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La tarde había llegado, Takaki se encontraba parado enfrente de la puerta principal de la casa de Chinen, había tocado ya el timbre y éste no le abría la puerta, preocupado, buscó en la bolsa de su pantalón y sacó un llavero, encontró la llave que quería y la metió en la cerradura.
-¿Chii?- lo llamó, pero no contestaba. Revisó la sala vacía, el comedor vacío, la cocina vacía. Los platos del almuerzo estaban lavados así que si había llegado a casa. Se dirigió a los dormitorios. Y allí lo encontró plácidamente dormido con la camisa del uniforme abierta y en bóxers, abrazado de su almohada con expresión angelical.
‘Por eso no quería que fuera en tu casa, sólo me tientas y pones a prueba mi fuerza de voluntad’
Un poco malhumorado Takaki tomó el vaso con agua que había en la mesita de noche y lo vertió en la cara de Chinen. Al instante despertó exhalando un gran grito.
-El examen de admisión ya se acerca y tú durmiendo así como así no más en camisa y bóxers y uno tocando la puerta para que le abran. No puedes darte el lujo de enfermarte. Levántate ya, tenemos muchas cosas que ver hoy-
-Ya voy, ya voy- responde de mala gana Chinen, el cual se dirige a su ropero para poder cambiarse o por estar mojado sí iba a enfermarse.
-¿Dónde tienes los problemas de matemática que te deje? Así los comenzaré a revisar- le preguntaba Yuya, tenía que hacer algo mientras el otro se cambiaba y controlar así sus pensamientos.
‘Qué gran idea de mojarlo para despertarlo Yuya, ahora tiene que cambiarse’ se regañaba mentalmente.
-Unos en el escritorio, otros en la carpeta azul en mi bolsón-contestó
Yuya hacía como si los buscara, pero de vez en cuando lo miraba, no podía evitarlo. Después se percató que el celular de Chinen tenía un mensaje.
-Ne, Chii tienes un mensaje. Te lo leeré- pero hubiera preferido no hacerlo.
-Yuya qué dice- le preguntó Chinen acercándose.
-Te están invitando a salir, se ve que a gritos desesperadamente está clamando por tu atención- esto último lo dijo con un poco de irritación.
-Déjame ver- y le quitó el celular- es de Midori-chan- Takaki pudo percibir que al pronunciar el nombre de la chica lo había dicho con un poco de… felicidad, no estaba seguro.
-¿La chica de la hora de salida?-
-aja, esa misma- Chinen tomaba asiento
-Y si es así, ¿qué harás?- Takaki aún no entendía por qué de repente comenzó a preguntar.
-No sé, supongo que decirle que sí-
-Pero si no la amas, solo le estas dando falsas esperanzas e iniciarías una relación que no tendría sentido-
-Tal vez, pero… no importa. Hay que empezar a estudiar-
-Claro que importa, qué ibas a decir-
Chinen dudó, pero la mirada de Takaki era muy insistente.
-Iba a decir que tal vez si podría funcionar, Midori-chan es una buena chica, atenta, responsable, graciosa…- 
-¿Te gusta alguien más Yuri?-
Takaki cortó la lista de cualidades, no quería escucharla. En cambio le planteó esa “simple” pregunta.
Tímidamente Chinen movió su cabeza afirmativamente.
‘Le gusta alguien… después de todo lo que yo siento no es normal. Compórtate Yuya’            
-Si te gusta alguien entonces lucha por esa persona. No te quedes callado. En vez de iniciar una relación sin futuro-
Yuri tenía la cabeza agachada por lo que unos mechones de cabello ocultaban sus ojos-¿Pase lo que pase, se interponga quien se interponga?- le preguntó.
Takaki sabía que se arrepentiría de su respuesta, pero no es ver feliz a la persona que se ama la satisfacción más grande que se puede sentir.
-Sí, no importa qué. Yo no te conocía por cobarde Yuri, tienes que hacerlo-
-Yuya…- habló Chinen
-Déjalo así-Takaki tomó un libro-hoy harás del ejercicio 155 al 185 de la página 306. Ponte a trabajar-
Pasaron unos minutos, pero Chinen no se concentraba, leía y leía el problema sin entenderlo. Por su mente sólo pasaban las palabras de Yuya.
‘No soy ningún cobarde’ Yuri se levantó con decisión de su lugar de trabajo y fue hasta donde estaba Yuya. Éste se encontraba sentado en una orilla de la cama de Chinen terminando de corregir los ejercicios-¿Qué duda tienes?- le dijo sin mirarlo.
Yuri respiró hondo y cerró sus puños con determinación-¡Tú eres la persona que me gusta! TE AMO-las últimas dos palabras las había gritado-Hoy, así como en los tres años que tengo de conocerte me has llenado de confianza y de valor. Sé que me ves como a un hermano menor, pero estos son mis sentimientos hacia ti y no puedo cambiarlos.
Chinen dio dos pasos hacia atrás iba a dar un tercero, pero Yuya lo jaló por la muñeca y con su otra mano lo tomó por la barbilla y lo besó. Sus labios sabían bien. Ambos se movían despacio, explorando con timidez la cavidad del otro. Poco antes que les faltara el oxígeno se separaron.
-Que te quede claro no te veo como a un hermano menor, ya tengo uno no necesito otro- Chinen no pudo evitar sonreír ante el comentario del mayor.  
-Hoy no tengo cabeza para los problemas algebraicos, prefiero estudiar cosas como el cuerpo humano hoy si no te importa- y acto seguido juntó sus labios con los de Takaki otra vez.
--FIN—
Nota: tiene epilogo

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