Epilogo

 

Unos días habían pasado, para ser exactos 3 semanas. El día del examen era hoy. Chinen salió de su casa, caminaba rumbo a la escuela de Takaki solo, por ser día de exámenes de admisión lo salones serían ocupados por los aspirantes. Los estudiantes no asistían por lo que no pudo disfrutar de la compañía de su, ahora, novio.

De repente su celular vibró, lo sacó era un mensaje de Takaki.

Te preparaste, contestarás bien y serás aceptado.
Haz tu mayo esfuerzo hoy y haremos lo que tú quieras en la tarde
;)

Chinen sonrió.

--o—oo—ooo—oo—o--

La primera parte de la tortura había terminado. Ahora sólo le faltaba esperar los resultados, los cuales serían publicados dentro de dos semanas.

Chinen tenía planeado ir a su casa, cambiarse y luego ir a casa de Takaki, sin embargo éste lo estaba esperando en la entrada.

-¿Qué haces ahí sentado, cuando tienes las llaves de la casa? No me vayas a decir que las perdiste. Papá te las confío- le decía Chinen mientras abría.

-Salí corriendo de la casa que se me olvidaron. ¿Cómo te fue?-

-Bien, pero prefiero esperar los resultados-

Fueron a la habitación del menor, ahí Takaki le extendió un sobre. Chinen sacó su contenido y comenzó a leer el papel:

Sr. Takaki Yuya:

Tengo el agrado de dirigirme a usted para confirmarle que su solicitud para la facultad de Ingeniería ha sido aceptada. Sus calificaciones y las recomendaciones recibidas…

Yuri no quiso seguir leyendo, con la primera línea era más que suficiente para él.

-¡Felicidades! Lo… conseguiste- no pudo evitar que su voz se quebrara al pronunciar esas palabras de felicitación y encima sus ojos se habían cristalizado también. Esto no pasó desapercibido para Takaki quien se preocupó y le preguntó que sucedía.

-¿Qué no ves… que estoy fe… feliiiiz por ti?- le costaba hablar, las lagrimas habían salido sin su permiso.

-Esas no son lágrimas de felicidad-

-Cla… claro que… lo son- pasaba sus manos por su cara tratando de limpiarse y calmarse.

-No, no lo son- Takaki se había acercado a él y lo había tomado de las manos- Mírame, ¿Qué sucede?-

-Te irás, dentro de unas semanas, ya no estarás conmigo-

Takaki lo contrajo hacia su cuerpo-tonto, vendré todos los fines de semana y siempre tendré mi celular a la mano para ti- luego lo besó.

-Deja de tener pensamientos feos-

Chinen comenzó a desabotonar su camisa.

-¿Qué haces?-

-Dijiste que haríamos lo que yo quisiera hoy- le sonrió pícaramente. 

Chinen se acercó a él y juntaron sus labios. Chinen lo besaba con ferocidad, Takaki lo tomó por la cintura y lo llevó a la cama recostándolo. El beso era apasionado y se intensificaba a cada segundo. Chinen llevó sus manos a la cintura de Takaki y comenzó a zafar su playera para poder colar sus manos. Takaki había bajado por su cuello llenándolo de besos, con ellos estaba haciendo un camino hasta llegar a uno de sus pezones donde comenzó a jugar con él y las manos de Chinen repartían caricias por toda su espalada. Los gemidos no se hicieron esperar.

Takaki se dirigió al pantalón de Chinen, lo desabrochó y lo bajó lentamente. A través de su ropa interior pudo apreciar lo despierto que se encontraba el miembro de su amante. Se acercó a él. Sus manos jugaban con el borde. Luego las introdujo y se lo quitó también. Era hermoso lo que sus ojos veían. Todo en él le encantaba. Se acercó a él y con su lengua le dio ligeros toques, apenas rozándolo. Lamió y lamió bajando y subiendo, luego se quedó fijo en un punto en la parte de abajo, mientras su mano subía y bajaba con rapidez en la punta. De la boca de Chinen salían los más exquisitos sonidos. Chinen no pudo más y se corrió en la mano de Takaki. Éste frotó sus dedos, le gustaba sentir esa viscosidad.

Acarició la ingle de Chinen haciendo que se abriera, para hacer lo que venía, Takaki debía distraerlo, se acercó a su pelvis y sus labios se apoderaron de un poco de su piel blanca perlada mientras metía uno de sus dedos hacia su entrada. Chinen arqueó su espalada y gimió. Era algo desconocido para él, pero le gustaba como se sentía. Luego introdujo un segundo dedo y los movió circularmente. Chinen mordía su labio inferior, era demasiado dolor y placer al mismo tiempo. Sintió como un tercer dedo era introducido a su interior y antes de que le hiciera más daño a su labio sintió como los dulces labios de Takaki lo besaban.

Los dedos de Takaki fueron retirados de su interior, a lo cual protestó un poco. Takaki se había quitado lo que le quedaba de ropa e hizo que su posición cambiara. Lo atrajo hacia él y lo fue penetrando poco a poco con suavidad. Chinen cerró sus ojos para poder disfrutar más del momento, pero inconscientemente le regalaba expresiones que sólo hacían elevar la temperatura corporal del otro. Comenzaron a moverse, quedando Chinen arriba y él abajo. El pequeño era una máquina para producir gemidos. Takaki tomó su miembro ya que de nuevo estaba pidiendo ser atendido. Ahora Chinen recibía doble placer. Unas cuantas embestidas más los llevaron al clímax desbordando ambos sus semillas.

Takaki se reincorporó un poco, con su mano acarició la mejilla de Chinen, ambos se miraban fijamente al mismo tiempo que acortaban la distancia que los separaba volviendo a unir sus labios en un beso lento y rítmico. Mientras que de nuevo se recostaban en la cama. Takaki logró alcanzar una sábana y tapó sus cuerpos. Chinen se pegó lo más que pudo a él, oyendo lo acelerado que se encontraba su corazón.

-Te amo, lo sabes verdad- le expresó Takaki mientras lo abrazaba-dentro de dos años estarás presentando tu solicitud a la universidad y estaremos juntos. Mis sentimientos por ti no serán distintos a los que siento hoy.

Chinen asintió.

Las palabras dichas lo habían reconfortado tanto que no tenía nada que temer.

--FIN--   

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